Destellos Clínica Gestáltica. «Exceso»
Solo nos engancha el exceso y este forma parte de la condición humana.
Como la satisfacción puede estar en la insatisfacción, la pasión es la clave. Se puede poner límites a la pasión? Se puede controlar?
Tristeza, deseo, temor y goce son los cuatro tipos de pasiones según los estoicos a combatir. Cómo?: nada en exceso, buscar el término medio, nada más y nada menos.
Imagen, Ester Aragonés La fera del fang
Bon Nadal 2024
» Sólo Amamos
a quiénes Admiramos.
Día tras día».
Equipo PiN
Destellos Clínica Gestáltica. Repetir I
Como psicoterapeutas tenemos que tener presente que los pacientes suelen mostrar una mejoría inicial, pero, tras unos meses, muchos experimentan una vuelta al inicio, que se manifiesta como una repetición de los dolores y malestares del pasado. Repetir forma parte de la condición humana.
Pero lo reprimido “retorna una y otra vez, sin descanso, como un alma en pena». Freud
Imagen. Artista Ester Aragonés La fera del fang.
Pinceladas Gestálticas
«No me sirven las palabras,los homenajes,
las salidas de emergencia.
No da igual vivir que morir.
Hay que vivir si estás vivo y correr si está lloviendo», del libro de poemas Frío Polar (Isabel Bono)
Imagen, Pau Gonzálvez
Destellos Clínica Gestáltica. De vuelta al terapeuta
La angustia que sentimos, a veces, como terapeutas con casos complejos nos recuerda la necesidad de cuidar herramientas como: formación y supervisión continua, compartir con otros colegas, humildad frente a la omnipotencia del saber, límites personales…
Imagen, Jordi Arnés.
Pinceladas Gestálticas
» Saberse sólo o sola permite aún la compañía.» Ángel Gabilondo
Imagen, Pau Gonzálvez.
Atmosferas Selficas. «Contigo»
No basta señalar genéricamente que necesitamos unos de otros. Así es, pero conviene no eludir lo que significa contar con alguien para quien singularmente seamos decisivos.
En determinadas circunstancias nos pasa algo, pero en alguien, en otro, en otra. El vocablo «contigo» reitera el «con» al inicio y al final del «ti». «Cumtecum» no señala el deseo de que el otro sea yo, ni como yo, si no la posibilidad de que, si bien distinto y diferente, sea conmigo. Eso es solo viable, en efecto, si es un tú, alguien otro, alguien a quien apreciar y buscar.
Entre el yo y el tú hay una fractura que ratifica la enorme dificultad de compartir afectos. Pero las palabras constituidas en puentes, recorren una y otra vez ese espinoso camino y nos ofrecen aliento y sustento para la travesía.
«Contigo» somos interpelados por el afecto, por la emoción de la experiencia, por los sentimientos, por los deseos y por la acción de tantos que nos conmueven y nos ofrecen nuevas posibilidades de vida.
Es difícil no identificar este «contigo» con quien nos hace luchar, soñar, nos desvela y nos impulsa.
Imagen, Jordi Arnés.