
«(3) La situación de peligro: si la frontera sufre una presión intensa, intolerable porque es necesario ejercer una selección y un rechazo extraordinarios para rechazar las fuerzas ambientales; y (4). La situación de frustración, de privación, de enfermedad: si la frontera empieza a tensarse de una manera intolerable porque las exigencias propioceptivas no pueden equilibrarse desde el entorno. En estos dos últimos casos en los que hay un exceso de peligro y de frustración, las funciones temporales se establecen para parar el peligro y proteger la superficie sensible… Por una parte, la huida debida a un pánico “sin sentido”, el shock, la anestesia, el desvanecimiento, hacerse el muerto, anular una parte, la amnesia, que protegen la frontera desensibilizándola o paralizando su motricidad, esperando a que pase la situación de urgencia.Y existen, por otra parte, los dispositivos para amortiguar la tensión agotando una parte de su energía en la agitación de la frontera misma: por ejemplo, la alucinación y el sueño, la imaginación viva, los pensamientos obsesivos, siempre acompañados de una efervescencia motora. Los dispositivos de disminución de la actividad parecen apropiados para proteger la frontera del exceso ambiental cerrando la puerta al peligro, mientras que los dispositivos de aumento tendrían más que ver con el exceso propioceptivo, con la descarga de la energía de la tensión.» PHG, Vol.II, Cap.3
Imágen de la artista Asun Noales, Otra Danza. #germananton