
¿Repetimos?
La actitud retórica en la Terapia Gestalt
Frases del estilo «nadie me pregunta», «siempre igual», «al final solo», «estoy cansada de…»; dichas a menudo , acompañadas por un tono de lamento y con semblante cabizbajo, la repetición de la queja cómo una letanía.
La repetición de palabras y gestos como sí nuestro repertorio no contara con más variedad, como si las experiencias no hubieran añadido nuevas opciones al fondo de la función personalidad.
A esta forma como cada una hemos aprendido a seducir al otro es lo que en Terapia Gestalt llamamos, actitud retórica.
«… la actitud retórica, la propia manera que tiene uno de manipular las relaciones interpersonales; se la puede observar si se centra uno en la voz de alguien, en su sintaxis y en sus modales.» PHG
Está repetición nos lleva, en ocasiones, a ser etiquetados por los otros como aburridos, impotentes, quejicas, prepotentes…
Cuándo estas actitudes son usadas sin plantearnos si son útiles en la situación en curso, quizás ha llegado el momento de modificarlas o descartarlas.
Lacan planteaba que éstas repeticiones «se llevan la vida por delante».
Imagen de la artista Eva Juan, fotógrafa.