
Las preguntas continuas del terapeuta como posición de saber frente al paciente, pueden ser una forma de perturbar la defensa. Poco adecuadas en la psicosis y la mayoría de las veces sin mucho sentido en la neurosis, al transformarse más en un bombardeo incesante que el paciente se limita a esquivar.
Imagen de la artista Susana Guerrero.