«Nuestra tierra natal es la clínica y que a ella debemos regresar, como Ulises después de sortear mil peligros y sucumbir a incontables hechizos. Sentados frente al paciente o a su lado, a pie de cama o detrás de un diván, nuestro quehacer consiste en atenderlo y aportarle un alivio a su exceso de malestar, sobre todo mediante la palabra, la presencia y el saber hacer.» José María Álvarez
Imagen, Lluna Gonzálvez