"Los terapeutas Gestalt somos artesanos de la forma y funámbulos de la clínica."
Nieves y Pedro

Atmósferas Sélficas. La Angustia

La ANGUSTIA

Compañera » Vital»

«La angustia cómo  tiempo de espera para la constitución del deseo.» José María Álvarez, Psicólogo Clínico Psicoanalista

Siguiendo a los estudiosos de la psicopatología podríamos decir que la angustia es consustancial al ser humano. La ANGUSTIA acompaña la existencia misma.

La angustia ha sido asociada por los existencialistas a conceptos como libertad, responsabilidad, esperanza, muerte, miedo a volverse loc@, la nada…

La angustia es distinta del miedo. El miedo es miedo a “algo”, la angustia es miedo a “nada” a “la nada”. La angustia no es por ningún motivo concreto, ni de ningún objeto externo, es miedo de uno mismo, de nuestras decisiones, de las consecuencias de nuestras decisiones. Es la emoción o sentimiento que sobreviene con la conciencia de la libertad: al darnos cuenta de nuestra libertad nos damos cuenta de que lo que somos y lo que vamos a ser depende de nosotros mismos, de que somos responsables de nosotros mismos y no tenemos excusas; la angustia aparece al sentirnos responsables radicales de nuestra propia existencia.

M. me explicaba de esta manera  su sufrimiento: «Quiero llorar, enfadarme, gritar, moverme, pero no este malestar que me ata a una cama ( literal). Esta mierda de angustia que se pone un disfraz de agotamiento. Que se instala en mi estómago y en mis pensamientos. Que me limita, que me ordena lo que tengo que hacer.»

Como psicoterapeutas sabemos que aquello capaz de destruir el statu quo puede causar miedo, interrupción y angustia, qué suele ser proporcional al grado de rigidez neurótica de cada persona. El sufrimiento y el conflicto generados son necesarios y nos dan pistas del sentido qué la nueva figura qué emerge tiene para la persona.

La angustia, consustancial a la condición humana, podemos acompañarla para comprenderla. No hay nada que siente mejor a quién se angustia qué poner palabras a la oscuridad, a la nada. La angustia es la realidad de la libertad como posibilidad, la angustia es el vértigo de la libertad, la nada engendra angustia.

La angustia, cuando se concreta en un miedo permite pasar a la acción y la primera disminuye.

Como se sale de la angustia, pasando de ser objeto de deseo a ser sujeto de deseo. Haciéndonos cargo y responsables de las elecciones, decisiones, asumiendo así la perdida de lo no elegido.

La posibilidad de elegir el camino de nuestra propia existencia (esperanza) nos llena de angustia y al mismo tiempo sin ese desasosiego existencial (angustia) no se generarían las condiciones de posibilidad de elegir (esperanza).

«Si hay esperanza es porque hay angustia y si hay angustia es porque hay esperanza.»

Equipo PiN ©️ Isabel Muñoz

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