Los alumnos de Tercer Ciclo de Formación en Terapia Gestalt vuelven al trabajo tras las vacaciones.
Comenzamos el año con la participación como docente de José Luis Furrio Vidal. Es Psicólogo de la UCA de Villajoyosa, con mas de veinte años de experiencia en el tratamiento de adicciones; además de terapeuta gestalt desde hace otros tantos. A lo largo de este tiempo ha ido buscando y elaborando la manera de explicar el proceso de las adicciones desde la teoría del self, y por consiguiente como abordar su tratamiento desde aquí.
Si buscamos en el PHG la descripción de los procesos donde las adicciones están presentes no encontramos ninguna referencia directa a tal proceso. Pero, algunos de los procesos a los que si se refiere son los siguientes:
1.- En el Volumen I, capitulo 7 dedicado a la introyección, en la página 536 dice a propósito del alcoholismo;
“En este mismo contexto vamos a considerar el alcoholismo, que, aun siendo complicado y con muchas ramificaciones (incluidos aquí, los cambios somáticos), está muscularmente anclado en el subdesarrollo oral. Ningún tratamiento puede tener un efecto prolongado o ser más que una supresión, a no ser que el alcohólico (un lactante “adulto”) avance hacia la fase de morder y masticar. El bebedor quiere, fundamentalmente, beberse el entorno –lograr una fácil y total confluencia sin la excitación (que para él supone un doloroso esfuerzo) del proceso de contacto, de la destrucción y la asimilación. Es un bebé de botella, un tragador reacio a la toma de alimentos sólidos y a su masticación. Esto se aplica al bistec en su plato y a los problemas más graves de su situación vital. Quiere las soluciones en forma líquida, preparadas de antemano para que sólo tenga que beberlas.
En el nivel social, su deseo es de una confluencia inmediata con la otra persona, sin el contacto preparatorio. El primer conocido será para él su amigo a quien “abrirá su corazón”. Él esquiva aquellos aspectos de su personalidad que pudieran ejercer una discriminación; y luego, a base de estos contactos sociales, supuestamente profundos y sinceros (pero en realidad totalmente superfluos), sale con unas demandas impacientes y extravagantes. Con la misma actitud acrítica, recibe los reproches sociales aceptándolos como si provinieran de él mismo, ya que posee una fuerte conciencia auto-agresiva. La puede silenciar hundiéndola en el alcohol, pero cuando se despeje, el rencor de su conciencia se habrá duplicado. Dado que su agresión no se emplea en atacar la comida física o sus problemas, el resto que no se invierte en su conciencia a menudo se exterioriza por medio de peleas con toda seguridad innecesarias. Beber es el modo adecuado de apropiar líquidos, y la fácil sociabilidad de la ebriedad abriga y agrada. Pero éstas sólo son unas fases de la experiencia, no la totalidad de ella y, cuando ocupa continuamente el primer plano como una necesidad imperiosa, se descarta la posibilidad de otros tipos y grados de experiencia.”
2.- En el Volumen I, capitulo 7 dedicado a la introyección, en la página 537 dice a propósito de la promiscuidad sexual;
“El mismo mecanismo se manifiesta en la promiscuidad sexual. La demanda aquí es una satisfacción final inmediata, sin el contacto preliminar ni el desarrollo de una relación. Al padecer frío y hambre de tacto, la persona promiscua busca la cruda proximidad táctil de la superficie de la piel como su objetivo sexual final. Lo que se destaca de nuevo –aunque también hay otros factores agravantes– es la impaciencia y la avidez.”
Podríamos empezar a intuir que, desde una perspectiva de campo, la modalidad de contacto predominante en los procesos adictivos podrían estar caracterizados por una in diferenciación entre los elementos del campo, un estilo de contacto rápido y prematuramente sin tiempo para alimentar la excitación y la formación de la figura, un estilo que apacigua rápidamente el conflicto sin oportunidad de deconstruir y asimilar. Y una necesidad constante de ingerir, pues al no haber asimilación el fondo construido es poco e inestable.
Suposiciones estas, que esperamos Jose Luis nos ayude a entender y vivenciar.