Tras el fin de semana como formadores del CTP en Granada (Centro Defábula), una frase no nombrada en el grupo queda suspendida en mi cabeza: la psicoterapia gestalt como estética.
Y queda en mi a propósito del proceso de co-construcción de sentido realizado por todos a lo largo del fin de semana y con el trabajo final que realizo con uno de los alumnos.
Es un trabajo que siendo breve en términos de tiempo, como cronos, es de una intensidad emocional, sensibilidad y belleza que me lleva inevitablemente a la psicoterapia gestalt como estética. La situación terapéutica como el lugar privilegiado donde el artista (paciente) puede dejar rienda suelta a su creatividad acompañado y apoyado por el terapeuta (como artista) que les lleve a la formación de formas pertinentes a la situación en la que se encuentran ambos implicados y comprometidos.
Algunas referencias posteriores del grupo creo estaban muy en consonancia con estas reflexiones: “ha sido como el proceso de construcción-destrucción de las fallas valencianas ”, “ha sido un momento de gran belleza”, “ Lo efímero del momento, si no estas atento lo pierdes”…
En los orígenes de la Terapia Gestalt está la propuesta de sustituir los criterios médicos y científicos de salud por un criterio estético. No es necesario acudir a normativas externas de lo saludable o patológico; la salud como la capacidad de crear formas flexibles y la neurosis como el mantener formas fijas independientemente de la situación.
Voy a utilizar las palabras de Baumgarten citadas por Jean Marie Robine, por su belleza, como esencia de lo que os quiero transmitir:
“Con la estética, es la sensibilidad y los sensibles quienes permiten volver a crear sentido y existencia, suscitar nuevas formas de subjetivación. La estética como el arte de pensar con belleza “.
Cuadro de René Magritte