La Terapia Gestalt.
Políticamente incómoda
Jacques Lacan decía que el discurso capitalista es “locamente astuto, pero destinado a estallar».
Es un discurso que aboga por un modelo individualista. Pura competencia que superar para conseguir aquello que quieras y lograr la supervivencia.
Como psicoterapeuta Gestalt he tenido que hacer una elección; estar con la enfermedad desde una atalaya de saber y poder, poniendo etiquetas y dando recetas o estar con la persona que sufre desde una posición igualitaria y de incertidumbre creativa.
La primera opción es limpia, aséptica. La segunda te lleva al barrizal y te salpica hasta las pestañas.
Frente a la propuesta individualista del: «sálvese quién pueda», la propuesta de la Terapia Gestalt: «une más perder juntas, que ganar por separado».
La terapia Gestalt es social o no lo es, somos en plural o no somos. Intervenimos para desafiar el sistema no para contener el malestar social.
«Mantener la sociabilidad en tiempos de crisis, enfermedad o con cualquier limitación, precisa de UN OTR@ que se comprometa.» Equipo PiN
Imagen: «El abrazo» de Juan Genovés, 1976